-¿Dónde me encuentro?, ¿porque estoy aquí?, esas fueron mis
primeras preguntas-
-¿así nada más?-
-así es, nada más, solo recuerdo estar desnuda en una
montaña, ni siquiera sé cuál era, solo sé que me despertó el frio de la nieve.-
-Pero me has dicho que antes ya eras seguidora de Pelor-
-Eso creo, a veces tengo sueños, mas como recuerdos, donde
recuerdo haber luchado antes del gran cataclismo, recuerdo tener en mi mano y en
mi pecho el símbolo de Pelor, pero en ese entonces era diferente-
-¿diferente?-
-Sí, recuerdo ser como tú, mi color de piel era clara y mis
cabellos rojos, y ahora es como ceniza clara, y mis cabellos negro azabache-
-Es difícil de creer-
-para mí también, pero he recorrido lo que en sueños era mi
casa, en la ciudad de Talmeran, allí encontré, no sé cómo, el lugar donde vivía, sentí el calor de la chimenea y el amor de mi compañero, sin embargo eran
ruinas nada mas-
-… lo que dices tuvo que haber pasado hace mas de 200 años... -
-yo me negaba a creer al principio, de hecho pensaba que había
sido un hechizo, hasta que encontré a otro como yo, bueno no como yo, igual
pero al contrario ¿me entiendes?-
-no, no lo entiendo-
-otro reencarnado, corrupto, un Rakshasa, como se hacía llamar, peleamos, y no sé cómo es que salí
con vida; mi cuerpo se movió como si supiera que hacer, mi mente
susurraba encantamientos, y mi alma llamaba a la vida. cuando termino la lucha, estaba casi catatónica del cansancio, y alli vinieron a mi mente recuerdos
de mi viaje sin cuerpo, allí vi a Pelor, Bahamut y otros Dioses, enfrente a
ellos un grupo de espíritus escogidos, entre las que estaba yo, pero aun no
logro comprender la razón o el significado de mi estancia en este lugar-
-¿y cómo te denominas?, ya que no eres ni Hombre, ni Eladrin,
ni Enano, ni Drow, ni Orco-
-Nos hemos llamado Deva-
-así que hay más por lo que dices-
-así es, en un viaje al que era el templo de Bahamut, me encontré
con varios más, todos compartíamos el mismo despertar sin recuerdos y con
flashes de nuestro pasado, convenimos seguir la senda de nuestro corazón y nos hicimos llamar
Deva, aunque no sé a quién atribuirle tal nombre-
-Disculpa la manera tan ruda de acercarnos a ti, pero en
estos tiempos de barbarie no sabemos en quien confiar-
-Entiendo-
-déjame cortar estas cuerdas, por cierto, mi nombre es Lólindir-
-Soy Riya, clérigo de Pelor-
No hay comentarios:
Publicar un comentario