Vanya jamás creyó ver una espada similar a la suya. Se acercó a Yuriel y le dio la bienvenida en un cálido abrazo.
-¿sabes?- comenzó. -Es gracioso como eligen al portador, dicen algunas leyendas que la espada escoge al guerrero a aquellos que tienen la casta de la victoria corriendo por sus venas.-
Vanya hace una pequeña pausa
-En mi caso la herede. Esta belleza- Vanya muestra su espada enfundada, dejando el resplandor de las llamas iluminen las gemas -no se sabe al 100 cuando llegó a mi familia lo que si se es que somos una dinastía de servidores del rey. Hemos peleado generación tras generación para proteger la corona siendo nuestra espada nuestra hermana y amante nuestra compañía y soporte y, cosa curiosa ahora no tiene rey a que servir.-
Vanya mira la gema de la empuñadura con cariño y admiración
-Debo decir que soy la primer mujer en portarla espero no defraudará-, Volea a ver a su compañero de armas -Yo también estoy aprendiendo Yuriel y por mi parte eres bienvenido.-
Termina su anécdota tomando otro pedazo de conejo y arrancando la carne con los dientes lo come alegremente para después beber un largo trago de agua.
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