jueves, 13 de febrero de 2014

Retrasar el Turno

RETRASAR EL TURNO: (NINGUNA ACCIÓN)

Puedes esperar a realizar tu turno en un momento más tardío del asalto. Aguardas hasta que tus aliados hayan actuado para planificar mejor tu estrategia, o quizá estés esperando a que los enemigos se pongan a tiro.

¿Como se realiza?

• Retrasar el turno entero: debes retrasar todo tu turno, por lo que no podrás elegir esta opción si ya has realizado alguna acción. Tampoco podrás retrasar tu turno si estás atontado o eres incapaz de llevar a cabo acciones.

• De vuelta al orden de iniciativas: después de que cualquier otro combatiente haya terminado su turno, podrás decidir regresar al ciclo de iniciativas en ese momento. Lleva a cabo tus acciones deseadas y ajusta tu iniciativa de acuerdo con tu nueva posición en el orden de iniciativas.

• Perder el turno retrasado: si no realizas tu turno retrasado antes de que vuelva a tocarte actuar en el orden de iniciativas original, perderás el turno retrasado y tu iniciativa seguirá siendo la que era.

• Inicio de tu turno: tendrás que resolver el inicio de tu turno en el momento en que lo retrases.

• Final de tu turno: tu final de turno no será el habitual. En lugar de ello, las cosas que hagas durante tu final de turno tendrán lugar en dos momentos diferentes.

Aclaraciones:

 Los efectos beneficiosos terminan al retrasar el turno: en el momento en que elijas retrasar tu turno, se darán por terminados los efectos que duren hasta el final de tu turno y que sean beneficiosos para ti o tus aliados. Por ejemplo, si en tu turno anterior aturdiste a un rival hasta el final de tu siguiente turno, su condición de aturdido terminará ahora. No puedes prolongar un efecto beneficioso retrasando tus turnos.

 Los efectos mantenidos terminan al retrasar el turno: no puedes mantener un poder si retrasas tu turno. En el
momento en que decidas hacerlo, tendrá lugar el apartado 'Comprueba las acciones gastadas' de la secuencia del final de turno. Dado que para retrasar el turno no has podido gastar ninguna acción, no podrás mantener activo ningún poder.

 Los efectos dañinos terminan después de que actúes: después de que regreses al orden de iniciativa y realices tus acciones, terminarán los efectos que terminen al final de tu turno y te sean perjudiciales. Por ejemplo, si un enemigo te aturdió hasta el final de tu siguiente turno, la condición de aturdido no terminará hasta que regreses al orden de iniciativas. 

 No puedes evitar un efecto dañino retrasando tus turnos.


 Realiza las tiradas de salvación después de actuar: podrás realizar tus tiradas de salvación contra los efectos que te aflijan después de regresar al orden de iniciativas.

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